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Validado por la ciencia, el mate es un aliado contra el Parkinson

El 11 de abril es el Día Internacional del Parkinson. El doctor Juan Ferrario, del Instituto de Biociencias, Biotecnología y Biología Traslacional (iB3), de la Universidad de Buenos Aires, habló sobre los estudios que abordan la relación entre el consumo de la infusión y la enfermedad, quien además nos recuerda que la yerba mate aporta ácido clorogénico, un aspecto que está siendo investigado y de comprobarse científicamente, sumaría en el posicionamiento del alimento en el mercado nacional e internacional:

 ¿Puede el mate prevenir el Parkinson? 

Hace varios años que nos venimos haciendo esta pregunta y no es una pregunta casual ni trivial. Hoy la respuesta parece cada vez más clara gracias al aporte de neurólogos e investigadores de distintas partes del mundo, pero sobre todo de Sudamérica y por supuesto de nuestro país.

Y la respuesta es que sí. La ciencia se construye de a poco, acumulando evidencia y fortaleciendo hipótesis. La primera sospecha empezó a partir del café. Hace muchos años se demostró que entre tomadores de café hay menor incidencia a desarrollar Parkinson, esto permitió que neurólogos y científicos de todo el mundo comenzaran a estudiar la correlación entre el café y el efecto preventivo contra el Parkinson, mientras, en simultáneo, se afinó la búsqueda entre hábitos y desarrollo de las enfermedades del cerebro. Allí se engrosó la lista de alimentos que previenen el desarrollo del Parkinson entre los que se incluyen el té verde, el vino tinto (en bajas cantidades) y la dieta mediterránea, que incluye aceite de oliva y pescado. Esto despertó el interés sobre nuestra Infusión Nacional y un equipo argentino, dirigidos por la neuróloga Emilia Gatto demostró que existe menor incidencia a desarrollar Parkinson entre tomadores de mate. Esta observación fue reproducida recientemente por un grupo de epidemiólogos brasileros.

Como vemos, no son tantos los alimentos que previenen contra el Parkinson, por eso resulta tan importante señalar al mate entre ellos. Es importante resaltar que el consumo de mate a lo largo de los años y de manera sostenida, al igual que los otros alimentos, reducen o retardan la aparición de la enfermedad, pero no la detienen, ni la evitan.

 

Hay más evidencia científica sobre el efecto benéfico del mate en reducir el Parkinson.

Después de los hechos ya relatados, un grupo de investigadores del Conicet, dirigido por mí, y por especialistas en investigación básica de la enfermedad de Parkinson, demostró que el extracto de yerba mate protege a las neuronas dopaminérgicas en modelos experimentales en cultivo. Esas neuronas son precisamente las que se deterioran durante la enfermedad y estos experimentos resultaron un fuerte apoyo a las observaciones clínicas.

 

¿Cómo continuaron las investigaciones luego de esa primera demostración?

En los años siguientes, continuamos estudiando los efectos de la yerba mate sobre las neuronas, y pudimos avanzar mucho sobre los mecanismos celulares. Por empezar, el mate contiene muchos antioxidantes, es bueno para las células en general y para las neuronas en particular porque ya sabemos que los antioxidantes previenen la neurodegeneración. Pero el efecto benéfico del mate no parece explicarse solo por los antioxidantes.

 

Esta es otra validación científica que lo posiciona como producto muy bueno para la salud y por lo tanto, con potencialidad en el mercado…

Pero eso no es todo. Hoy sabemos que el efecto neuroprotector del café no se debe a la cafeína, y todos apuntan a una familia de moléculas polifenólicas que se llaman ácidos clorogénicos. Lo interesante es que tanto la yerba mate como el café son las dos infusiones que aportan mayor cantidad de ácido clorogénico.

 

¿Qué más se sabe de los efectos del ácido clorogénico sobre el organismo?

Se está estudiando.

En el laboratorio estamos investigando qué ocurre en las neuronas cuando se exponen a ácido clorogénico -por ahora en modelos en cultivo- y si bien aún prefiero no adelantar mucho porque queremos consolidar los resultados, estamos muy entusiasmados y podrían explicar en parte como podría ayudar a las neuronas a combatir los procesos relacionados con la neurodegeneración que terminan desencadenando el Parkinson. Esperamos poder confirmar estos hallazgos a lo largo de este año, no solo para explicar el efecto neuroprotector del mate, sino para toda la comunidad internacional que investiga sobre la relación entre la neuroprotección y el café. Espero que a pesar de las dificultades económicas podamos seguir avanzando porque va a ser muy importante para todos.

 

Con las determinaciones científicas, no hay dudas de que la yerba mate es un alimento excepcional y esto es, coinciden quienes se ocupan de abrir mercados, un aspecto central a la hora de sumar consumidores, dado que crece la demanda en el mundo de productos sanos, naturales y con efectos benéficos en la salud. Ustedes, los científicos, son por lo tanto, también centrales para el crecimiento y el desarrollo, en este caso, de la actividad yerbatera…

Entendemos que esta y todas las investigaciones que hacemos sobre el mate y que demuestran que es beneficioso para la salud, sirven para agregar valor al producto yerba mate, y que eso es algo que está siendo cada vez más valorado en los países desarrollados y es una de las razones que explican el aumento sostenido del consumo en Europa y Estados Unidos. Esto significa un aumento de las exportaciones y a la larga termina siendo un mayor ingreso de divisas para el país. Por eso creemos que no solo hay que pensar que la investigación básica aporta valor económico cuando se saca una patente, sino también ganancias de manera indirecta cuando ayuda a posicionar un producto, como en este caso, la yerba mate.

Y es algo de los que nos enorgullecemos, ya que abrazamos al mate como lo que es: la Infusión Nacional, identidad de los argentinos.