Ley de Alquileres: no hubo acuerdo y el Senado entró en un cuarto intermedio
El primero en exponer , Juan Arrizabalaga, de Inquilinos Tandil, consideró que los 10 millones de inquilinos del país están «en una situación crítica ante un nuevo ataque del lobby inmobiliario que permea a una parte de la clase política argentina», y afirmó que la reforma aprobada por Diputados «es pro mercado y pro rentistas».
León Bilansky, de la asociación de Empresarios Nacionales (ENAC), declaró que la actividad comercial próspera aporta valor inmobiliario y desarrollo local y ponderó el rol en la economía del sector que representa.
«Los que abrimos los comercios todos los días y contratamos trabajadores y pagamos nuestros impuestos no vemos a los propietarios como enemigos», dijo.
Luna Miguens, del CELS, consideró que lo que no puede suceder en este debate de reforma de la ley de alquileres es que se instale la idea de que «los inquilinos se perjudicaron por sus propias conquistas y que entonces hay que volver para atrás, eso es lo que no puede pasar».
En la primera audiencia de ayer, en la que se escucharon testimonios de 18 representantes de cámaras inmobiliarias, legisladores del oficialismo y de la oposición , volvieron mantener fuertes cruces por sus diferencias políticas, si bien coincidieron en la intención de acelerar la emisión de dictamen, aunque con criterios distintos.
Mientras la oposición pretende aprobar la iniciativa tal como vino de Diputados, y convertirla en ley en la próxima sesión, el oficialismo quiere introducirle modificaciones, por lo que debería regresar en revisión a la Cámara baja para su sanción definitiva.
Virginia Manzotti, de la Confederación Federal de Corredores Inmobiliarios (Cofeci), dijo que la situación del mercado «se está agravando mientras se espera la aprobación de la norma», y reclamó «celeridad» para la sanción.