Advierten que el riesgo de default sigue latente

El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, anunció ayer el comienzo de la reestructuración de la deuda argentina en medio de un clima de crisis económica y financiera. Lo hizo a través de cuatro medidas que tienen como fin renegociar los vencimientos. Luego del anuncio,  economistas analizaron los pormenores de la propuesta del Gobierno y evaluaron el panorama que se viene a corto y mediano plazo.

Aldo Abram, director ejecutivo de Libertad y Progreso, consideró que si bien “es bastante incierto el panorama” para los próximos meses, el Ejecutivo “trata de despejar el horizonte hasta que asuma un nuevo gobierno y diga qué quiere hacer, sea de Juntos por el Cambio u otro”.

Con respecto a la reacción de los mercados, sostuvo que “la realidad es que estaban esperando algo mucho peor, como una quita de capital o de intereses, una reestructuración de deuda durísima”, profundizó, teniendo en cuenta la fuerte suba en el riesgo país observado en las últimas semanas.

Iván Cachanosky fue un poco más lejos y sostuvo que la propuesta puede ser considerada como “un default con buenos modales”. “Todo lo que es reestructuración de pagos de vencimientos no acordados es forzado, por lo cual es un default de buenos modales. Pienso que la estrategia es más bien política, no sé si hablada con el FMI, con el fin de que estos dólares si no se usan para las Letes vayan al mercado cambiario para que este no se dispare tanto”, agregó el economista.

En ese aspecto, sostuvo que el anuncio “podría generar que la gente haga una retirada de depósito y le metan presión al dólar” y añadió que “seguramente mañana habrá alguna presión sobre el dólar”.

En tanto Andrés Asiain, economista titular del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, cuestionó fuertemente las medidas del Gobierno y puso el foco en la tasa a partir de la cual se reverá la deuda con los bonistas. “El reperfilamiento de la deuda, que es básicamente cambiar bonos a corto plazo por bonos a largo plazo en forma voluntaria con los acreedores, hay que ver a qué tasa se lleva a cabo”, consideró.

“Hoy en día las tasas para Argentina rondan un 20% en dólares. Aceptar eso quiere decir que por cada año el monto crecería un 20%. Supongamos que en un acuerdo amplio con bancos y acreedores se pueda bajar esa tasa, igualmente será muy alta, de dos dígitos e incrementará fuertemente la deuda sin ninguna solución”, criticó duramente Asiain.

Fuente: AMBITO

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