A 21 años del asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas

En la madrugada del 25 de enero de 1997, el reportero gráfico de la revista Noticias, que cubría la temporada de verano en Pinamar, fue asesinado a sangre fría luego de ser secuestrado al salir de una concurrida fiesta de cumpleaños de un empresario a la que la prensa siempre era invitada. Dos disparos en su cabeza pusieron fin a su vida.

José Luis tenía 35 años, era padre de Juan, Agustina y Candela, una beba de 5 meses. Era el hermano de Gladys y un hijo amado de Norma y José.  Todas las personas que lo conocieron coinciden en que tenía un carisma especial, tanto así que profesionalmente logró fotos impensadas al punto de que sus «modelos» se sorprendían por la facilidad con la que los convencían para hacer lo que él les pedía.

Y una fotografía fue el detonante. La había tomado un año atrás y con ella reveló la hasta entonces desconocida cara del empresario Alfredo Yabrán. A partir de ese momento, una serie de llamados y hasta atentados menores en el vehículo en el que se desplazaba fueron amenazas que Cabezas no vio, pero que contó a sus personas de confianza quienes al mirar atrás hoy completan la jugada terrorífica a la que fue sometido porque ya habían marcado su final.

Cabezas apareció muerto, quemado, con las manos esposadas en su espalda y dos tiros en la cabeza el 25 de enero de 1997.

El baqueano José Guevara encontró el cadáver a las 6:30 de la mañana en el paraje Los Manantiales de General Madariaga, a unos 15 kilómetros de Pinamar, dentro de un automóvil Ford Fiesta blanco incendiado que se encontraba dentro de una cava abierta hacía 15 días.

Una hora y media antes del hallazgo, José Luis Cabezas, de 35 años y padre de tres hijos, había sido visto por última vez en la fiesta de cumpleaños del empresario telepostal Oscar Andreani.

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