La comunidad Ysyry reclama edificio escolar y mejores condiciones para los chicos

En la comunidad mbya guaraní Ysyry de Colonia Delicia, habitan unas 60 familias. Sus hijos concurren al aula satélite 1 que pertenece a la Escuela Primaria Intercultural Bilingüe Nº 956, a muchos kilómetros de la aldea. El aula requiere refacciones y además necesitan la construcción de un edificio, o un salón para el aula satélite de la escuela secundaria, que también funciona en la comunidad, y ya no puede contener a tantos alumnos.
Una de las representantes de la comunidad, Susana Benítez -«Jachuka» en su nombre guaraní- detalló que el principal tema de preocupación es la falta de infraestructura en las escuelas primaria y secundaria, ambas inadecuadas para albergar a los alumnos. «Las necesidades puntuales que tenemos son mejorar las condiciones del aula satélite de la escuela primaria y por otro lado, construir un salón para el aula satélite de la secundaria, ya que los y las niñas de la comunidad van creciendo y demandan la inserción en la enseñanza superior».
Detalló que «los chicos estudian en malas condiciones porque no tienen espacio físico, son más de quince en la secundaria, y eso nos tiene muy preocupados, sumado a que en la escuela primaria donde hay más o menos 50 alumnos, y el pequeño edificio es insuficiente. Cuando el tiempo está estable, a los alumnos de la secundaria se les da clases afuera, en el patio, y cuando llueve, como los chicos no quieren perder horas; no les queda más remedio que amontonarse todos adentro, porque no hay lugar donde estudiar», se quejó.

«La escuela carece de sillas y mesas para esa cantidad de estudiantes, y la ampliación del edificio se hace muy necesario. Mientras que los docentes ya no saben más a quién recurrir», explicaron.
Jachuka lamenta las dificultades porque siente que de alguna manera estos chicos y chicas están en desigualdad con respecto a otros, y sin embargo les asiste el derecho como a cualquier niño o niña a estudiar en condiciones dignas.
«Necesitan estudiar de la mejor manera posible, estar bien preparados y animados, con ganas de aprender. Es nuestra gran preocupación.
Nos duele porque se les corta la posibilidad de formarse y seguir estudios superiores, y viajar como pasa con otros niños. No tienen las mismas oportunidades», lamenta.
El aula satélite de la escuela secundaria  funciona hace menos de cinco años y aún no tiene egresados.

«Defendemos la semilla de maíz por su valor espiritual»

En Ysyry también producen comunitariamente, y están con falta de semillas porque las que tenían ya las plantaron. «Nosotros cultivamos no sólo para nosotros, también compartimos con las comunidades vecinas, es nuestra costumbre ancestral.

Las semillas que están escaseando son las de maíz y mandioca; pero las más importantes son las de maíz porque para nuestro pueblo tiene un gran valor espiritual, y queremos protegerla; los ancianos también siguen plantando esa semilla que es muy importante para nuestra comunidad».
Trabajan en huertas comunitarias cuyos productos también comparten. «Así es con todo, compartimos las verduras, los panes, los elementos para la escuela, todo», indica la joven.
A las familias les preocupa el tema de los cultivos transgénicos, porque son conscientes del daño que ocasiona.
«Directamente se terminarían las semillas, y por eso seguimos luchando, porque no es sólo para consumir, es muy importante porque de ahí proviene nuestro nombre espiritual.
Y no solamente es un problema para nosotros, los mbya guaraní; toda la provincia será perjudicada si se aprueba la ley, porque hay muchos ancianos y niños que dependen de ese alimento.
Nosotros somos guardianes de la semilla de maíz, así que la seguiremos protegiendo. No estamos dispuestos a perder nuestros cultivos orgánicos y sin químicos», enfatizó Jachuka, la referente de la comunidad Ysyry.
aula-secundario

Deja una respuesta