La caída de salarios y del empleo dispara los niveles de pobreza

Según los datos del INDEC, al mes de julio la inflación de los 12 meses anteriores fue de 31,2% mientras que los salarios subieron en promedio 21,3%. Significa que en un año los salarios perdieron 9,9% de la capacidad de compra.

De cada cien pesos que las familias tenían disponible para consumo en julio de 2017 pasaron a tener en julio pasado 90 pesos. Esa caída del poder adquisitivo es la que se refleja en las estadísticas de venta tanto en supermercados como en comercios barriales o centros de compra.

Y si se proyecta, en agosto fue todavía peor y seguirá así en los próximos meses: cuando termine el año la pérdida del salario se acercará a 15%, o sea que por cada $100 que se cobró en enero se recibirán $85 en diciembre.

Nadie puso en duda las estadísticas que elabora el INDEC, por lo que se debe aceptar que la pobreza subió de 25,7% en el segundo semestre de 2017 a 27,3% en el primer semestre de este año y la indigencia de 4,8% a 4,9%, en ese mismo período siempre considerando las personas.

La recesión de la economía argentina comenzó a sentirse en mayo y se profundizó en junio cuando el acumulado del año empezó a dar negativo. Y los pronósticos oficiales reconocen que seguirá en los próximos meses la misma tendencia, lo que significa que además de perder el salario frente a la inflación también crecerá el desempleo y la precarización laboral que afectan a las familias.

El acuerdo revisado firmado con el FMI anticipa que la crisis económica se extenderá todo el próximo año. Al final de su mandato, Macri habrá acumulado una inflación cercana a 150% con la economía estancada o menor a la que recibió, el desempleo en alza y la pobreza acercándose a la crisis de 2001.

 

Fuente: MinutoUno

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