Es Ley el etiquetado frontal de alimentos

La Cámara de Diputados convirtió este martes por la noche en ley el proyecto de etiquetado frontal de alimentos, ideado para advertir a los consumidores sobre los excesos de grasas, sodio y azúcares en los productos con el fin de ayudar a combatir la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos.

La iniciativa, votada minutos antes de la medianoche, fue aprobada en general con 200 votos positivos; 22 negativos y 16 abstenciones.

Luego de que la oposición no diera quórum, finalmente este martes se llevó a cabo una sesión especial en la Cámara de Diputados para tratar los proyectos de Alivio fiscal para fortalecer la salida económica y social de la pandemia generada por el Covid-19 y de Ley de Etiquetado Frontal de alimentos.

Además, se trataban las iniciativas de Promoción de la Alimentación Saludable; de Régimen de Recuperación de Ganadería Ovina; de Derechos humanos de las personas en situación de calle y en riesgo a la situación de calle de la República Argentina; la modificación sobre despido y remuneración mínima del Estatuto del Trabajador Contratista de Viñas y Frutales y el Régimen previsional diferencial para los trabajadores vitícolas comprendidos en el convenio colectivo de trabajo 154/91 y a los contratistas de viñas y frutales comprendidos en la ley 23.154, en tanto desarrollen actividades que generen un envejecimiento prematuro.La iniciativa comenzó a ser debatida pasadas las 16 y su análisis se agotó pasadas las 23, tras la intervención de más de 70 diputados, que participaron de la primera reunión presencial tras la metodología de trabajo mixto aplicado durante los primeros meses de la pandemia de Covid.

El debate

Al abrir el tratamiento del proyecto, la presidenta de la comisión de Legislación General, Cecilia Moreau (Frente de Todos), afirmó que «el Estado argentino no va a mirar para otro lado» en un contexto de «enfermedades crónicas no transmisibles» como la obesidad, la hipertensión y los problemas cardíacos, que afectan a su población y que se pueden prevenir a partir de la alimentación.

Su compañera de bloque, Liliana Schwindt, ponderó la ley como un «hito para consumidores y usuarios», pero también «para la producción alimentaria argentina», y afirmó: «Esta ley es poner en lo más alto a los consumidores, que hace años reclaman información clara, precisa y veraz».

Desde su condición de presidente de la comisión de Salud y con su pertenencia al Frente de Todos, el tucumano Pablo Yedlin mostró sus diferencias parciales: «El azúcar no es un veneno, es un producto natural. Muchos edulcorantes, en cambio tendrán que explicar cuán saludables son. Vamos a acompañar el proyecto proponiendo mejoras».

La también tucumana Beatriz Ávila (Frente de la Justicia Social) advirtió que el etiquetado color «negro remite a la idea de muerte», y sostuvo: «Esta ley de etiquetado frontal, tal como está, va a generar más pobreza y mayor desempleo para la región. Creo que todos los diputados de la región debemos unirnos y hacer una mejor ley, que no deje las economías regionales».

Por el Frente de la Concordia Misionero, Flavia Morales dio otro punto de vista: «A la provincia de Misiones hay cuestiones que le afectan con la yerba y el té, pero vamos a acompañar la ley y esperamos que en la reglamentación pueda arreglarse».

Desde otro espacio provincial, el médico Luis Di Giácomo, de Juntos Somos Río Negro, remarcó: «Esta ley es más que bienvenida. Datos matan relato; según trabajos científicos en Uruguay hubo modificaciones en las decisiones de compra en base al rotulado y en Chile no hubo disminución del trabajo a partir de esta medida como muchos dicen».

La diputada de Juntos por el Cambio Brenda Austin (UCR) celebró el tratamiento de esta ley que «derriba mitos» y destacó que logró no «haber caído en la grieta», sino que se ponderó la «defensa del derecho a la salud».

En cambio, la diputada del PRO Carmen Polledo planteó críticas a la iniciativa al afirmar que se debe «pensar en un sistema de etiquetado integral y completo» y dijo que por ese motivo se propuso en un dictamen «una alternativa que cumpla con el propósito de modificar los hábitos alimenticios».

El cierre del debate, estuvo a cargo de la kirchnerista Florencia Lampreabe, quien destacó: «Esta ley es una herramienta de soberanía alimentaria. Detrás de lo que consumimos, está también el modelo de producción que alentamos. Para poder decidir primero hay que saber, una condición que hoy se encuentra empañada porque las empresas no van de frente y ocultan información básica”.

En qué consiste el proyecto

El dictamen de mayoría prevé la incorporación en el frente de los envases de los productos ultraprocesados una etiqueta con forma de octógono negro con letras blancas que advierta el exceso de nutrientes críticos para la salud, como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías.

Además, determina que los productos que contengan entre sus ingredientes edulcorantes o cafeína tendrán que informar que su consumo no se recomienda en niñas y niños.

Por otra parte, el proyecto establece la prohibición de emitir publicidad comercial -dirigida a niños, niñas y adolescentes- de productos con sellos de advertencia.

Además, dispone que los productos que tengan más de un sello de advertencia no podrán incluir dibujos animados, personajes, figuras públicas, regalos ni elementos que llamen la atención de niños, niñas y adolescentes.

Por otra parte, determina que, ante iguales condiciones, el Estado deberá priorizar la compra de alimentos sin estos sellos de advertencia.