Habló el papá de la estudiante asesinada en Punta Lara: «El cartel de Ni Una Menos se cae a pedazos»
Un día después de la masiva marcha que recorrió las calles de La Plata pidiendo justicia por su hija, Horacio Córdoba se mostró sorprendido de que Ariel Osvaldo Báez, quien está hoy detenido por el asesinato, hubiera sido capaz de dominar a Emma debido a la «fortaleza» que ella tenía y sentenció: «Quiero que se pudra adentro de una cárcel, no pretendo otra cosa».
Todavía no sale de la conmoción ni encuentra respuestas para el brutal ataque del que fueron víctimas Emma y su amiga Ana Laura González, por parte de un vecino que ya las había interceptado más temprano cuando se bajaron en la parada de colectivos para volver caminando a la casa de la calle 126, donde esa misma noche encontraron el horror. Entre tanta incertidumbre sin embargo, el hombre tiene una certeza: «No podemos seguir enterrando chicas».
Las dos jóvenes se habían reunido el sábado para estudiar. Cursaban juntas el cuarto año de la carrera de medicina. Después de cenar, Emma salió para hacer entrar a los perros y fue ese el momento en el que apareció Báez, armado, y la amenazó para que lo dejara pasar.
Las ató, las violó a las dos, les produjo cortes con un arma blanca y a Emma le partió el cráneo con una pala. Una saña inexplicable después de lo cual, para no dejar pruebas, quiso prender fuego la casa con ellas adentro. Entonces cometió un error, creyéndolas muertas a las dos volvió a su casa a dormir con su familia pero una de las chicas estaba viva y lo denunció.